El 29,4% de los trabajadores españoles cambió de empleo en los últimos seis meses (7,4 puntos más que en 2018). Pero… ¿cómo es el perfil de este trabajador cambiante? La respuesta que nos ofrecen varios estudios es clara: Cada vez más joven y con estudios superiores.
¿Cuales son las causas?
El informe pone de relieve que España cuenta con una movilidad laboral alta en comparación con otros países, ya que se encuentra por encima de Estados Unidos (29,3%), Países Bajos (28,4%), Italia (23%), Japón (21,7%) o Portugal (21,5%).
En España concretamente, destaca el dato de que son los profesionales menores de 25 años los que más han cambiado de trabajo (59,4%). De hecho, para más de 1/4 parte de la población española empleada se ha convertido en su propósito para este 2020. Pero, ¿cómo sabemos si es el momento de dar el paso?
Estas son algunas señales que te resultarán claves para saber si es el momento de buscar nuevas oportunidades:
1. Sentirse a menudo cansado y estresado
Existen una serie de signos que indican el aumento del estrés profesional, un estrés que puede afectar tanto al estado de ánimo como al sistema inmunitario. Todo esto, además de poder perjudicar notablemente el rendimiento laboral, debe ser controlado ya que si no se hace puede conllevar problemas de salud más serios a medio y largo plazo.
2. Pérdida de confianza en la empresa
Muchos trabajadores, cuando empiezan en una compañía, se sienten orgullosos de identificarse con la cultura de ésta. Con el tiempo esa relación puede distanciarse, de manera que la percepción de la empresa por parte del trabajador puede verse modificada.
3. Mirar mucho el reloj
Muchos trabajadores se pasan mucho tiempo de su jornada laboral mirando la hora, contando los minutos que les quedan para marcharse a su casa. Si ya no es posible mantener la ilusión por el trabajo, ni las ganas de marcar la diferencia, es momento de buscar otro proyecto que reavive la ilusión profesional.
4. Las habilidades no coinciden con los intereses personales
Hay personas que son contratadas para realizar tareas en las que son realmente buenas pero que no necesariamente disfrutan haciendo y, por tanto, acaban haciendo de su virtud su condena. No siempre es posible alinear los intereses personales con la actividad profesional, pero cuanto más tarde se haga, más difícil será cambiar.
5. Sentirse invisible
Sentirse valorado por la empresa es algo que todo trabajador desea, sobretodo para la gente que trabaja en equipo. La atmósfera de trabajo debe ser agradable, productiva y alentadora. Si las opiniones y contribuciones a la empresa no son reconocidas, si las relaciones dentro del trabajo no son tan cordiales como solían ser, es una señal importante.
6. El puesto se queda pequeño
Permanecer en un rol por un sentimiento de lealtad o por miedo al cambio, puede convertirse en una experiencia desmotivadora y llevar a imponer un innecesario freno a tu desarrollo profesional. Un profesional puede sentirse capacitado para afrontar nuevos y más importantes retos, pero si la empresa no le permite seguir creciendo, hay que explorar otras opciones.
En EXTERNA la piedra angular sobre la que construimos nuestro día a día de trabajo es el concepto de EQUIPO que tenemos con cada persona que compone esta gran familia.
La Implicación, la Motivación, el Entusiasmo y el Buen Ambiente, crean mejores profesionales, que pueden potenciar su talento hasta llevarlo al máximo.
#SOMOSGRUPOEXTERNA
FUENTE: El Economista
LINKS: https://bit.ly/2QMN5Da // https://bit.ly/36QUSW2