Cuando llegó el momento, muchos salimos del instituto para continuar nuestra formación superior. En mi época, la tónica general era acudir a la formación universitaria.
La presión social y, sobre todo, las promesas de que la Universidad nos ofrecería la oportunidad de obtener un buen trabajo (y para toda la vida), nos hicieron caer sin reflexión en carreras, muchas veces largas y tediosas, de las que se podía sacar mucho menos en limpio de lo que realmente auguraban.
Mientras, aquell@s compañer@s que se habían decantado por ciclos formativos tan variados como Iluminación, Sonido, Producción o Soldador, Electricista y Carpintería, ya habían acabado su formación e incluso tenían experiencia real en el sector. Algunos tenían tiempo a seguir formándose en ramas más concretas que resultasen de su interés, mientras l@s universitari@s seguíamos luchando contra un sistema educativo añejo y poco flexible.
Es aquí cuando nos damos cuenta de que en la Universidad nos enseñan el CÓMO se hacen las cosas, mientras que en la FP las HACEN, y ésto gusta cada vez más a las grandes empresas.
En España ya son muchas las que apuestan por el talento procedente de la FP: Repsol, Banco Santander, Telefónica o Siemens, son solo algunas de ellas; ya que su formación es mucho más cercana a la realidad actual de muchas compañías y tienen mayor capacidad de adaptación, lo que hace que ocupen los puestos de cualificación intermedia que tanto demanda el mercado.
Según los datos corroborados por el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal 2019, se contrataron un 54% más de jóvenes con título FP que con un grado universitario. Tanto es así que en muchos casos son las propias empresas las que se han lanzado a convertirse en formadoras, consiguiéndolo en un plazo de dos años con el FP Dual, que exige un 33% del tiempo educativo en la empresa.
La FP técnica absorbe el 42.4% de las ofertas de empleo en nuestro país. Esto indica, no solo un cambio formativo, sino también un crecimiento del sector industrial y una necesidad urgente de nuevo talento en el ámbito digital. Éstos eran puestos que hasta ahora se cubrían con personal sobrecualificado, lo que acababa provocando frustración y falta de motivación.
La incursión de la FP en las grandes empresas otorga una mayor agilidad y flexibilidad para actualizarse a las demandas cambiantes del mercado.