Pasamos la mayor parte de nuestro día en el trabajo. Es la actividad en la que más ocupamos el día después de dormir. Por ello, la felicidad en el trabajo se ha vuelto una prioridad para cualquier empleado y organización.
En la jerga de los recursos humanos, la felicidad laboral se incorporó junto a otros términos como bienestar y motivación para aumentar la productividad de los empleados. Así lo han confirmado los neurólogos Richard Davidson y V.S Ramachandran en su investigación, donde señalan que las personas felices son mejores trabajadores.
Uno de los mayores beneficios de promover la felicidad laboral es que los clientes también estarán contentos de mantener una relación con la organización. Al fin y al cabo, los empleados son quienes están en contacto directo con ellos.
La felicidad en el trabajo es posible siempre y cuando, las empresas y los trabajadores pongan de su parte. Por un lado, los profesionales tienen que ser responsables en sus tareas y cometidos y por otro, las empresas deben de generar políticas para que la relación funcione.
Compromisos por parte de la organización…
1. Flexibilidad. El concepto más valorado por los empleados. Tener la capacidad de adaptar la jornada en cuanto al volumen de trabajo de forma que más beneficie a las dos partes.
2. Optimismo. Establecer un plan de objetivos que tengan como fin medir el bienestar de los empleados.
3. Confianza. Los responsables tienen que promover entre sus empleados la confianza como valor a través del ejemplo.
4.Valores. La responsabilidad empresarial debe de fomentarse y hacerse ver en toda la organización. Se ha de buscar una identificación con la empresa por parte de los empleados.
Compromisos por parte de los empleados…
1. Flexible. Los empleados han de ser capaces de adaptase a los contratiempos que pueden surgir.
2.Compromiso. El compromiso hace que las personas se sientan parte de la organización. Cuando esto se logra, la organización es la mayor beneficiaria.
3. Significado. Muchas veces no hacemos lo que queremos, pero es importante saber amar lo que tenemos que hacer.
4. Aprender. La actitud que tengamos ante los problemas debe de ser de recapacitar y aprender de los errores.